Farsa de juicio que busca desprestigiar al PCP, imputando de "narcotráfico" y así seguir usando el tema del "terrorismo" para encubrir la asqueante manipulación de los tres poderes del Estado que se confabulan para seguir ensañándose y cebándose contra los revolucionarios comunistas presos, varios ya con cadena perpetua, mientras siguen reprimiendo al pueblo con esa legislación antiterrorista, ilegal e inconstitucional. Asimismo esta farsa de juicio llamado caso Tarata, tiene por objetivo además seguir encarcelando a dos dirigentes que ya cumplieron sentencia.

Lo único que demuestra el reportaje de Cuarto Poder emitido el 19 de agosto y difundido por el Grupo El Comercio, es su consabida posición archirreaccionaria y carcelera de venganza y ensañamiento, pues demuestra que nuestras denuncias están teniendo eco en muchas organizaciones y personalidades, aquí en el país y en el mundo. Quienes expresan su desacuerdo con la aplicación del derecho penal del enemigo, ilegal e inconstitucional. Así que no pueden criminalizar que con todo derecho, familiares, abogados y amigos de los acusados en el caso Tarata, expresen su posición de rechazo, se solidaricen y demanden al Estado el cese de esas campañas infames y esos juicios que pretenden usarlo como distractores ante la grave crisis política que vive el país. Y aunque lancen su veneno, su mordaza fascista no alcanza a la personas demócratas, solidarias y de recta conciencia que se vienen solidarizando valientemente con esta justa denuncia.

Agradecemos a cada uno de los solidarios llamados y expresiones de apoyo, de ánimo, que siguen llegando desde Chile, Argentina, Francia, Bolivia, México, Filipinas, Suecia, Suiza, etc. sus pancartas, banderolas, cartas de apoyo, expresiones orales, en las movilizaciones, en medio de sus luchas y actividades reivindicativas, ofreciendo ese espacio y tiempo que solo los pueblos solidarios expresan con los que también son explotados y reprimidos, encarcelados o asesinados como parte de ese torrente de luchadores revolucionarios que enfrentan el destierro, la prisión y hasta la muerte.