A LA OPINIÓN PÚBLICA

Los prisioneros políticos vinculados al Partido Comunista del Perú, confinados en el penal “Miguel Castro Castro”, nos dirigimos a la opinión pública para manifestar lo siguiente:

1. Expresamos nuestro apoyo y solidaridad con el prisionero político, Dr. Abimael Guzmán Reinoso, quien desde hace tres meses se encuentra muy delicado de salud –lo supimos a raíz del inicio del juicio oral sobre el caso Tarata-, con un cuadro estomacal severo y deshidratación, además sin diagnóstico ni tratamiento, según denunciaron en la audiencia su abogado defensor y su esposa, la profesora Elena Yparraguirre. Así mismo, supimos que hace varios meses ella viene pidiendo infructuosamente que lleven al Dr. Guzmán a un hospital para así tener un diagnóstico certero, y que hace un mes le llevan suero a la Base Naval porque allí no le proporcionan. Rechazamos con indignación el ensañamiento y entraña inhumana del Estado Peruano.

2. Respaldamos la denuncia pública hecha por la profesora Elena Yparraguirre y su abogado, el Dr. Alfredo Crespo B., en el sentido de que el estado actual de salud del Dr. Guzmán es consecuencia del prolongado aislamiento absoluto y negación de todos sus derechos, que en todos los años de su larga carcelería nunca ha tenido una atención especializada en el hospital, a pesar de que por su avanzada edad y sus enfermedades lo requiere, ni tampoco las autoridades de ese Penal permiten el ingreso de un médico de parte. Que desde el pasado mes de diciembre, al presentar el mismo cuadro sin solución, su esposa interpuso 3 habeas corpus, y la resolución del Trigésimo Sexto Juzgado Penal del Lima, del 24 de noviembre, exige al Presidente del INPE que se le proporcione atención médica y tratamiento; pero las autoridades correspondientes incumplen las decisiones judiciales y la Marina y el INPE eluden sus responsabilidades y no le proporcionan ni las medicinas ni el suero ni la dieta que su salud y edad requieren, todo lo cual constituye un maltrato y tortura, una flagrante violación de sus derechos a la vida y a la salud. Por lo que es legítimo preguntarse: ¿Qué buscan? ¿Cuál es la intención? ¿dejarlo morir?

Respaldamos cabalmente y nos unimos al pedido de nuestra compañera Elena Yparraguirre Revoredo y su abogado de que el Dr. Guzmán sea trasladado inmediatamente a un hospital, y deseamos sinceramente su pronta recuperación.

3. Finalmente, denunciamos ante la opinión pública que el Penal Militar de la Base Naval del Callao continúa siendo un centro de tortura, donde el Dr. Guzmán, con 82 años de edad, y siendo un civil, está recluido desde hace 25 años en perpetuo aislamiento inconstitucional, bajo custodia de la Marina de Guerra del Perú, y en un penal donde no existen las condiciones que permitan el cumplimiento del objeto de la pena, pues sus derechos fundamentales le son negados o restringidos sistemática e indefinidamente, desconocimiento en los hechos su condición de persona. El Penal Militar de la Base Naval debe ser cerrado.