En esta audiencia se ha expresado una gran improvisación acompañada de un hostigamiento extensivo a los acusados, a quienes sin respeto alguno se les ha desplazado de un lugar a otro sin explicación alguna, una hostilidad que ha alcanzado a niveles inaceptables contra los abogados de la defensa a quienes les sometieron a una revisión de cuerpo y documentos, quitándoles materiales de defensa como cartapacios, libros, escritos, lapiceros, relojes y poco faltó para que les quitaran los lentes. Y la hostilidad llegó hasta el público quien fue impedido de ingresar sin recibir explicaciones que valga. 

Improvisación y hostigamiento de los cuales responde el Presidente y todo el Colegiado "A", quienes con una semana de anticipación sabían que en la Sala de Audiencias de Piedras Gordas I se realizaría esta. Sin embargo, aceptaron llevarla a cabo dentro del recinto penitenciario de máxima seguridad, donde aparte de la inexistencia de mesas, luz natural y energía eléctrica, pues ni micros existía. Lo más llamativo fue que no había sitio ni espacio alguno para que el público pudiese ingresar. 

La Sala consintió estas condiciones y pretendió realizarla violando el principio del ejercicio pleno de defensa, el de publicidad y la igualdad de partes (pues la Fiscalía y la Procuraduría a más de los jueces sí contaban con todo su material a diferencia de los abogados. 

A esto hay que agregar que en el fondo subyace el criterio que los acusados no son personas, no son ciudadanos con derechos, sino cosas o enemigos contra quienes lo absoluto es combatirlas con cualquier medio y en todo momento. 

Justa fue la indignación de los acusados, justa fue la exigencia de suspensión de la audiencia por la defensa. 

La audiencia FUE SUSPENDIDA. 

Justa fue también la indignación del pueblo que concurrió e impedido de ingresar salieron a protestar en los barrios circundantes.