La última audiencia del “juicio” por el caso Tarata, contra el doctor Abimael Guzmán y los dirigentes del PCP, demuestra una vez más su carácter de farsa, al mantener la acusación de narcotráfico, violando sus leyes y normas de Derecho, para infamar a los revolucionarios y a la revolución y así sentenciarlos a como dé lugar y encerrarlos de por vida, siguiendo la consigna del Estado. Y ante la justa protesta del doctor Abimael Guzmán, denunciando la farsa de juicio y la acción prevaricadora del Colegiado “A” de la Sala Penal Nacional, fue expulsado por los miembros de esta Sala aduciendo “falta de respeto”, “indisciplina”. Lo cierto es que los miembros de la Sala han venido hostigando continuamente a los procesados, especialmente al doctor Abimael Guzmán. Pues al Estado y a sus representantes, así como a los defensores del sistema capitalista, les corroe sus entrañas la convicción indoblegable de los comunistas ahí juzgados, por ello su odio e insaciable sed de escarmiento y desprestigio. El doctor Guzmán, además, expresó su firme resolución de continuar protestando cuantas veces lo considere necesario y los demás dirigentes se solidarizaron con él abandonando la Sala.

Según declaraciones de los miembros de dicha Sala, ellos tienen la intención de continuar con la farsa de juicio, aun sin la presencia de los acusados… Claro, tienen que cumplir con lo ya dispuesto por el Estado: sentenciarlos e impedir la libertad de los dirigentes comunistas, incluso de quienes ya cumplieron sentencia. 

A este hecho se suma la criminalización de la movilización de organizaciones clasistas por el Primero de Mayo, Día del Proletariado Internacional, tildándola de “apología al terrorismo”, como lo ha hecho el ministro de Interior, respaldando la denuncia del procurador de dicho ministerio, y ha emplazado al Poder Judicial para que abra proceso penal. A esta campaña se han sumado los representantes de los partidos reaccionarios y la prensa de la gran burguesía, compitiendo en quién destila más odio y generando opinión pública para encarcelar a los miembros de dichas organizaciones clasistas, demandando que se eleven las penas por “apología”, que modifiquen la ley de “apología” porque es “ambigua” y no les permite sentenciar, y otras propuestas más que evidencian posiciones a favor de la mayor reaccionarización del Estado peruano. Sin embargo, otras voces han planteado que no hay delito de apología e incluso que debería permitirse su participación política. Y en diversas partes del país y del mundo, se han realizado movilizaciones en contra de la farsa de los nuevos juicios, levantando carteles con la figura del Dr. Guzmán y demandando su libertad.

Así, la derecha y extrema derecha continúan montando estas campañas que siembran odio y venganza y prosiguen la persecución política contra los comunistas, revolucionarios y contra quienes se oponen al sistema capitalista, ante lo cual nos reafirmamos en la defensa de la revolución, en desenmascarar la farsa de los nuevos juicios y seguir sirviendo al pueblo de todo corazón.

¡ABAJO EL HOSTIGAMIENTO CONTRA EL DR. GUZMÁN!